¿te gustaría…?
Gestionar mejor tus emociones (enfado, frustración, estrés, preocupación,…).
Entender qué te pasa, qué quieres.
Preparar una conversación difícil.
Mejorar “tus formas”.
Exigirte menos y quitarte presión de encima.
Saber tratar a una persona “tóxica”.
Mejorar tu autoestima.
Hacer las paces con alguien.
Mejorar tus relaciones (familia, amigos, pareja).
Aprender habilidades sociales y profesionales.
Aprender a decir “no”.
“Tampoco estoy tan mal”
¿Por qué nos cuesta tanto invertir en nuestro bienestar emocional? ¿Por qué nos dejamos como última prioridad? La mayoría de las emociones más desagradables que nos acompañan vienen por problemas que nos rondan la cabeza y a los que no podemos dejar de dar vueltas.
Es cierto que el día a día nos llena de tareas y obligaciones, y nunca parece un buen momento para parar y cambiar ciertas cosas. Pero no caemos en la cuenta de todo el tiempo y energía mental que perdemos a cambio…
N O L O D E J E S P A S A R
No hace falta estar sufriendo mucho o tener un gran problema. La psicología te ofrece muchas herramientas que te pueden ayudar a llevar una vida mucho más tranquila y feliz. Y me encantaría acompañarte en el proceso. Creo en una psicología cercana, cálida, y transformadora y es la que trato de aplicar en consulta.